Luneando

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Sigue la luz que te inspira

sábado, 16 de abril de 2011

Ya no suspiro

Mente blanca que me aleja de ti.
Hoy sé que nunca seremos uno.
Volveré y tú estarás,
pero yo habré marchado,
con ella, mi alma,
que recorre los rincones 
de su propia alma 
y encuentra 
la lluvia de nuestro río.
Aguas que desembocan
del negror de tus recuerdos,
del color futuro de mi propio aroma
que cabalga al este,
que se aísla de tu presente.
Son los días antes de los tuyos
que me muestran el camino, 
los que me empujan a amarrar
lo que nunca tendrá que ser mío.
El deseo del amor que durante
unas horas se pareció a mis sueños
pero que fue despreciado
por dos miradas distintas.
Hoy no me aferro 
a lo que pudo haber sido
sino a un mañana abierto
al verde del fuego
que una vez viví contigo.
Y no servirán tus lágrimas
porque no mereces el llanto,
tú me has querido,
a tu forma,
yo te he querido,
a la mía,
pero nuestros suspiros 
se despidieron sin 
que fuéramos testigo.
Y yo te entrego una parte 
de esos sueños
porque a tu lado 
han amanecido.
Pero te despejo de
mis dedos
que ya no emiten destino.
Las huellas que nunca se borran
te inscriben en mis libros,
el sudar de mi latido,
no te olvido,
no te has ido.

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