Luneando

Luneando
Sigue la luz que te inspira

martes, 12 de abril de 2011

Saber mirarte

Eres fría, ruda, insensible a simple vista.

Fea y deformada, sin una pauta resuelta.
Tu rostro enfermizo, triste,
colmado de bultos sin sentido
dañan la brisa que te acaricia por defecto encontrado en tu alma. 

Aislada del agua, la arena y el sol
sofocas la angustia de ningún suspiro.
Pero qué linda eres cuando se te sabe mirar
y escuchar entre sonidos rotos, silencios humanos
arropados por tu llanto,
caudaloso llanto que se inventa eternidad a lo lejos.
Que bella eres cuando se contempla la tranquilidad 
que brindas a las enojadas olas,
que como furias increpan a los peces
e intentan arañar a los pájaros.
Con tu estática presencia
muestras la incondicional dedicación al paisaje,
dando lecciones al mundo de lo que el amor espera de él.
Qué simpática resultas con tus agolpados gestos
plantando cara a la belleza del mar
que te cela por la naturalidad de tus pliegues.
Tan hogareña y acogedora
y hospitalaria, ofreciendo cobijo y calor
sin esperar más a cambio que la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario