Luneando

Luneando
Sigue la luz que te inspira

sábado, 30 de abril de 2011

Ese día que sigues viviendo






Antes de empezar siento los silbidos del aire que me susurran que las olas de mi balcón no son del color que yo las oigo. Te pasas la vida haciendo preguntas, respondiendo mentiras, o no mentiras, verdades que sólo reafirman lo que sabías antes de preguntar, que respondían lo que tú querías escuchar. Un día abres bien alto los oídos y descubres que la tristeza que alimentaba tus días sólo tenía el origen de tu soledad y no sabes por qué te sientes solo. Ese día te das cuenta de que la alegría que vestía algunos soles y algunas lunas era sólo un reflejo de tu alegría. Ese día no dejas de preguntar, ni siquiera de creer en tus propias respuestas, simplemente ese día amaneces sabiendo que tus respuestas tienen un día de caducidad, quizás horas. Esas verdades, que tantas lágrimas y tantas sonrisas han dibujado en tu álbum de los recuerdos no dejan de hacerlo, sin embargo, esas verdades que descubres esos días acortan tus lágrimas, acortan tus sonrisas, incluso a veces acortan tus sueños. 
Pero siguen habiendo sueños, siguen habiendo sonrisas y, afortunadamente, siguen habiendo lágrimas. 
Ese día viene precedido de preguntas y viene acompañado de más preguntas, pero es a partir de ese día cuando las preguntas se convierten en más preguntas. Sabiendo que el silbido de las olas traerá nuevas interrogaciones, que las respuestas de hoy no serán las de mañana ni las preguntas de mañana serán las de hoy. Ese día, y el resto de los días, la pregunta más fuerte es sólo una: ¿por qué me sigo haciendo preguntas?
Y entonces te das una respuesta, esa respuesta que ya sabes que es tu propia respuesta, pero que ese día es simplemente la respuesta: porque sigo viviendo.
Ese día has madurado, ese día has vivido, ese día has soñado, ese día has preguntado y ese día sí has tenido respuesta.

martes, 26 de abril de 2011

Recuerdos



Cómo la distancia magnifica mis versos,
cómo el tiempo aviva el pasado.
Porque es tarde para despertar, 
porque queremos recuperar lo perdido
cuando mientras lo perdíamos 
no valoramos lo que aún era nuestro.
Y hoy vuelves y me cuentas que no me olvidas
y es hoy cuando por fin logré olvidarte.
Sales del pozo que llenaste de agua salada
luchando contra el sol,
contra mis versos, contra mi corazón.
Hoy que decoras el baúl reservado
a mis recuerdos, que dibujas la sonrisa
que guardé con mis reliquias.
Y anhelo tanto las lunas que dibujaste
en mi rostro, y aquellas que educaste
en tus hoyuelos cuando sólo tu ventana
vestía mi desnudo, cuando sólo yo
inspiraba tu lápiz de contornos y letras.
Y qué momentos hemos perdido
para mirar atrás sin recuerdo ni destino,
para soplar las páginas que 
un día saciaron mi tormenta
y más tarde murieron de inocencia,
de impaciencia.
Y sólo tú me entiendes 
porque sólo tú me conoces,
porque junto a ti fui la flor desierta
del resto de flores de mi jardín.
Porque cada flor decora un jardín distinto,
y cada jardín es mágico, como tú lo fuiste,
como yo lo fui, como él lo es,
como lo fue o lo será.
Y hoy te quiero más que cuando te tuve
pero olvidé el sonido de aquellos pálpitos 
para entregarme a ti como llegué al mundo,
salvaje, en esencia, sin misterio.
Y es hoy cuando de nuevo me amas,
mientras sonrío a la noche y le pido
que te descubra la fragilidad de un
corazón, el tuyo, que se tiñe de recuerdos.

Rainer

Ojos grandes que te pintas de gris,
abandonaste ideales que temblaron 
a la vez que te alejaste de ellos.
Hoy buscas la patria femenina que 
atrás dibujaste en un mapa 
que entorna tu mundo de cristal.
Lloras en mi hombro sin abandonar tu sonrisa,
ésa a la que vestiste con 
el mejor traje serio de tu armario.
Abres la ventana de rayos negros
olvidando, en momentos, que existe un viento,
un aire fresco que te enrolla en un pasado
que no alterna tristeza, tan sólo se viste de día.
Y al mismo tiempo impregnas de vida 
las teclas rotas que encuentras por el camino.
La danza de tu mente llena de aroma
el vacío de un mundo que desolado muere.
Tú eres el mundo cuando los focos se apagan,
tú secas las lágrimas que a tu alcance quedan. 

sábado, 23 de abril de 2011

Sant Jordi


Hoy se celebra Sant Jordi, conmemoración al amor y a la cultura. Para el que no lo sepa hay una leyenda urbana que explica la significación de un día que se ha convertido bajo este espíritu en el Día Grande de Cataluña, pero también en algunas zonas de la Comunidad Valenciana, Aragón, Cáceres, Inglaterra, Georgia, Etiopía, Bulgaria o Portugal, en una jornada lúdico-festiva.
La leyenda cuenta que Sant Jordi libró a la princesa de Capadocia de ser devorada por los dragones después de que un sorteo de esta región le enviara a tal destino. La sangre que brotó de la matanza del animal, narra la historia, se convirtió en la rosa que Sant Jordi entregó a su protegida. Sin embargo, es el regalo que las mujeres catalanas hacen a sus hombres, después de ser amadas con su bonita flor, el que me merece este texto: un libro. Y es que la lectura impresa necesita una especial mención. 
Esta festividad me lleva a recordar que el mundo está abandonando bienes preciados de nuestra especie, que nos diferencia, que nos hacía más humanos, que nos ayudaba a abastecernos de esos pequeños placeres de la vida a los que tanta mención solemos hacer y tanto olvidamos con esta estresante rutina del siglo XXI. Las tecnologías no dejan de sorprendernos, de abrirnos nuevas posibilidades a un mejor mundo. Pero la moneda de cambio no siempre es grata. El olvido del papel es, bajo mi punto de vista, un alto precio que pagar. Ser envueltos por un mundo cada vez más práctico nos aventaja en rapidez, alcance y divulgación, sin embargo nos aleja del romanticismo, el idealismo, el calor humano,  y si dejamos que siga su camino innato sin enderezarlo podría aislarnos del contacto con el mundo, la única cosa de la que podemos disfrutar individualmente los humanos.
¿Dónde quedaron las cartas escritas a puño y letra que con tanta ilusión metíamos en el buzón de bajo de casa y con más recibíamos en nuestro domicilio? Os propongo que una vez al año, no os robaré más tiempo, olvidéis vuestro correo electrónico y retoméis aquel ritual de comunicación que parece que quedó en ‘antaño’. Os prometo que regalaréis un breve pero intenso momento de felicidad a la persona sorprendida. 
La opción de leer tres o cuatro periódicos a la vez es increíble, y en estos días de falta de tiempo una buena solución. ¿Pero qué queda de ese olor a papel impreso, esa mezcla de saliva y tinta que se dibuja en la punta de nuestros dedos de color negro, o dónde queda esa mesa bajo el sol de una terraza ocupada por un gran conjunto de papeles escritos, un café y un cenicero? Yo no quiero renunciar a esos momentos de vida, de placer.
Y para llegar al protagonista de este día, hablemos de los libros. El nuevo libro digital, o eBook, era impensable hace unos años, pero chic@s os aseguro que no hay nada como un libro de bolsillo, con un separador de cartón entre sus páginas, con las esquinas arrugadas y notas que te inspira esa misma lectura entre sus párrafos. No cambio por nada del mundo mi biblioteca, que llevo años viendo como crece con tanto entusiasmo, por un aparato que acumula tantos libros como tiempo decidas dedicarle, y que casualmente se va reduciendo por la falta de tiempo.
En el mundo de la escritura-lectura tengo una visión más conservadora que en el resto de parcelas de mi vida. Porque amo las letras, su interacción en una vida alocada. Se trata de prioridades, si los pocos momentos de paz íntima y personal los digitalizamos por darles un enfoque práctico, ¿qué no terminaremos por ‘recortar’?
El Día de Sant Jordi también es mi día. Lucha por la tradición del papel impreso.

*Nota- No he querido entrar en temas ‘prácticos’ como la restricción de trabajadores de un periódico digital o la posibilidad de reciclar el papel, que también son aspectos que me importan pero no en el día del Libro.

miércoles, 20 de abril de 2011

El viajero

Momento de reflexión. Llevo tres meses y nueve días fuera de casa. Casi todas las visiones que extraigo de esta experiencia son positivas...aunque echo de menos muchas cosas y a algunas personas. Sin embargo, y a pesar de que las fuerzas hoy me faltan hasta para pensar, hay una que destaco sobre las demás. ¿Sabéis que es para mí, y hasta ahora, lo más especial del viajero? que allá dónde llega encuentra una nueva familia. Es increíble cómo desconocidos se convierten en pocas semanas en tus oídos, en tus ojos, en tu compañía, en tu bastón...como entre aquellos que escogemos dejarnos llevar por lo que el viento sopla nos entendemos, nos comprendemos y nos apoyamos. No es mi primer cambio de domicilio pero si algo tengo claro es que tampoco será el último.
Hay tanto que contar y tan poco tiempo para escribir...

Valor, curiosidad y franqueza...los tres grandes pilares secretos del viajero.

lunes, 18 de abril de 2011

Infringiendo la ley del silencio


Equilibrios de madera que os tintáis de azul flotando desde la tierra para luchar por la línea ascendente al mar. La fragilidad de una nube define vuestros límites que suponen el renacer del fuego. Equiparas el sarro de tu tiempo al adiós que penetrará tu nuevo destino. Señal de todas las señales no infrinjas la ley del sol anteponiendo las medusas de sus recuerdos al aire que sopló en mis sueños. 
Tan sólo desde ayer. Volé tus letras y atravesé sinfín de océanos para mediar entre el tiempo y sus respuestas y desde allí te escribo para decirte que el equilibrio no está en tus manos, sino en mis dedos. Que tan sólo ellos, con la ayuda del viento, terminarán el poema que envuelve mis esferas del tiempo.
Tú, destino, no te escondas bajo un libro sin renglones, atraviesa las leyes del silencio sin negar a la luz de cada día el bisturí de mi alma. Pero ándate con cuidado de no romper las ínfimas líneas que te distraen del resto, que peinan tus honduras hasta dejarlas sin raya. 
El equilibrio sin nombre mantiene la cordura de mis sensaciones. Y es aquí dónde encuentro el nombre a la vida y el color al viento. 

De donde sopla

Me preguntan que por qué me llama la vida mientras yo me sigo preguntando qué es la vida. Sólo sé responder al viento que me guía sobre cada pecera cada vez que mi aleta se torna rojo serpentina. El viento que no me pregunta por qué, que tan sólo sopla. Y yo me sigo preguntando, ¿y qué es el viento? porque yo lo siento y lo observo sin ser capaz de ponerle cara. Me guía por su tacto y me mira desde su alcoba, sin presentarse, sin asfixiarme. ¿Y de veras hay viento? ¿Y de veras hay vida?
Son tantas las certezas que nunca preguntamos y por las que mentimos a nuestros sueños. La vida y el viento no son sinónimo de certeza, pero sobre la vida y durante el viento descubres las certezas que llegan a ti sin presentarse, sin soplar, sin vivirse.
Los días nos chillan ser vividos mientras dudamos de su existencia y sólo cuando echamos atrás la mirada de nuestra inconsciencia descubrimos la interpretación de un ayer que puso nombre a nuestro presente. 

Me siguen preguntando qué busco en la vida. Y es entonces en ese momento en el que callo por saber una respuesta que llega a mí sin presentarse, que se muestra discreta porque conoce el silencio de mañana antes de mirar a atrás, porque conoce de la amnesia del alma que sigue viviendo sin saber de dónde llega el viento.

sábado, 16 de abril de 2011

¿Y tú de qué te ríes?


Creación de endorfinas por un tubo. Así deberíamos plantearnos la vida. Leyendo un artículo relacionado con la poesía cómica he encontrado un análisis que me ha hecho reflexionar sobre cuestiones ya expuestas por el mítico, últimamente, Emilio Duró o uno de los actores más populares de Cámara Café, Alex O’Dogherty, del que he descubierto buscando información para este texto que hace cinco años presentó un monólogo en el teatro Triángulo de Madrid con el mismo título de esta entrada.

Así que hablemos sobre qué motiva la risa humana. He llegado a la conclusión de que esta cuestión también subdivide a nuestro género (como la Teoría del chicle de fresa y chicle de menta patentada por mi amiga Silvia y yo, y que quizás algún día os cuente a los que no la conozcáis). Y podréis pensar, ‘Pero qué estúpidez’ y en este tonto, pero preciso momento, ya os estaréis etiquetando en un grupo distinto al mío, porque para mí reír es el motivo más importante para subsistir. Y podréis pensar, ‘Pues qué superficial’, pero para explicaros lo mucho que se aleja esta idea de la superficialidad tendría que adentrarme en una nueva dialéctica que, cuanto menos, distraería la importancia que la risa tiene en nuestra vida. Lo dejaremos para otro capítulo.

Aún así os puedo mencionar que hay estudios psicológicos que no sólo aseguran que el ser humano no es el único que ríe o que la risa es provocada por un proceso de dos fases previas internas antes de llegar al cerebro, sino que además ‘este tipo de comportamiento sirve como señal hacia el grupo al esparcir emociones positivas, reducir el estrés y contribuyendo a la cohesión del grupo’. Pero ahí no acaba todo. Os recomiendo que busquéis la fórmula precisa (H = MxS) que recientemente ha publicado el matemático británico de la Universidad de Cardiff, Alastair Clarke, y a través de la que explica por qué nos reímos y qué supone en nuestras vidas. También Sigmund Freud tuvo palabras para, en este caso, las carcajadas, a las que atribuyó ‘el poder de liberar la energía negativa del organismo’. Y, según un artículo consultado, posteriormente se demostró científicamente que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír. Tampoco tiene desperdicio la conclusión a la que llegó una lingüista-investigadora de la Universidad de Washington, llamada Nancy Bell, quien asegura que la hostilidad que provoca un chiste malo ‘se manifiesta en la forma de exclusión social o incluso de humillación del mal bromista’. Así que no hablamos de ninguna tontería. Bien es cierto, que para contrastar la información podrías consultar otras fuentes como a Nietzsche, que no dudó al afirmar que ‘El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa’, otorgando el lado más pesimista a la versión humorística.

Pero seguiré con mi personalizada y nueva teoría (en breve aparece mi nombre junto al de estos eruditos).Ya que el concepto y el fondo del humor parece ser tan difícil de definir intentemos hacerlo para divertirnos.
Durante mis (muchos para unos y pocos para otros) años hay pocas cosas que he tenido claras pero hay una que no me ha fallado: quiero rodearme de gente que ríe y, lo que es más importante por eso del egocentrismo, gente y situaciones que me hagan reír. Y aquí es dónde comienza la frustración de mis largos/cortos años...nos falta tanto humor a nuestra especie!!! y lo que es peor...tenemos tan poca gracia!!!!

¿Qué me decís del típic@ graciosill@ que se aprende cuatro chistes y los aplica en 27 situaciones a lo largo del día?, o llevado al límite, ¿qué me decís de cuándo es el/la graciosill@ el/la únic@ que se ríe escandalosamente? y digo escandalosamente porque la educación, o protocolo (tengo trauma con esta palabra...), nos obliga a hacer una mueca para no hacerle quedar más en ridículo. Y para rizar el rizo, eso que cualquier persona medio inteligente interpretaría como un ‘mejor cállete porque no tienes ni pizca de gracia‘ este primer grupo (al que llamaremos hacemoschistesforzosos) lo interioriza como un ‘si es que tengo que buscar nuevas frases cómicas porque soy la monda’. Y ahí l@ tienes, soltando una gracia-sin-gracia cada 10 minutos. Ell@s mismos se refuerzan así que hay que darles un mérito... les gusta vivir riendo. Pero maj@s, a currárselo un poquito más o a asumir que no sois amigos del humor improvisado y trabajar para tener, por lo menos, una risa contagiosa. También podéis empezar a leer a Nancy Bell para concienciaros de la necesidad de un cambio en vuestra vida.

Hay otro grupo que yo etiquetaría como cuentameunadesgraciaqueyomeparto. No pueden evitar reírse de los males ajenos. No es que tengan un mal fondo sino que, según mi teoría (María Teorías me llaman algunos), en su infancia no aprendieron a asumir sus propias desgracias y su forma de afrontar la de los demás es la risa. Lo interesante es que este grupo no-pensante en según qué situaciones aprenda de su pequeña tara cuando de él mismo se trate, es decir, que sepa llevar a un punto cómico cualquier mal día, mala experiencia o peor destino.

Cuando l@s cuentameunadesgraciaqueyomeparto escalan hasta frivolizar su propia vida pueden entrar a formar parte del grupo de los irónicos. El humor de este nuevo colectivo es duro, y malentendido puede llegar a ser cruel. Cuando uno aprende a reírse hasta de su propia sombra no quedará títere con cabeza. Atención a todo aquel que sea víctima de la ironía de su amigo, y si por alguna de aquellas no existe el cariño de la amistad.....temblad.

Les toca el turno a l@s risaflojaquememeoto@. En éste incluimos a quienes no necesitan situaciones graciosas para patirse de risa. Rozan la tontuna. Eso sí, ellos son muy felices, no dejan de crear endorfinas, pero los que les tenemos alrededor no dejamos de tener terribles migrañas. ¿Mi teoría? son los que más mala leche tienen en los pocos momentos que no están riendo, así que tienen que compensarlos con constantes risas sin sentido para no acabar en la depresión.

Por fin llegamos a un grupo que puede resultar divertido para algunos y exasperante para otros. Los retardardosconpalmas. Son aquell@s que no suelen buscar el humor en su rutina, se limitan a escuchar las conversaciones animadas o a l@s que crecieron con el humor innato y cuando tod@s ríen ell@s cortan las carcajadas diciendo...’No lo he entendido’. En el mismo grupo uniría a quienes suelen tardar unos segundos más que el resto en esbozar la carcajada a la vez que, normalmente haciendo palmas lentamente, dicen...‘ahhh, claro, ahora lo pillo. Jajajajjajajajajjajajajajjajajajjajajjajajajajjajajajjajaj’.

El último colectivo definido por su tipo de humor que me viene a la cabeza es aquel que busca en las películas y series de humor la risa fácil. Hasta ahora no me he decantado, pero en este caso siento la necesidad de hacerlo: el humor preparado me pone de mal humor, no puedo evitarlo.

Ah, añado otro. Los que son capaces de reírse no por la situación real que pasa a su alrededor, sino por lo que esa situación depara a su imaginación que se encarga de darle forma visual en su cabeza y agrandar las consecuencias cómicas de la propia, y seguro más descafeinada, realidad. A estos les llamaremos damepanqueyopongoelagua.

En fin, estoy segura de que habrá muchos más grupos humorísticos entre nosotros. Comprended que acabo de empezar el estudio de esta profunda investigación sobre la risa, así que tendréis que ayudarme a sacar una teoría más concreta.

Para abrir boca es necesario que sepáis que en el pasado mes de diciembre la Universidad de Navarra demostró científicamente que reír 15 minutos al día alarga hasta cuatro años la vida y reduce el riesgo de sufrir un infarto. Por cierto chicos, la misma investigación constata que os llevamos ventaja...la mujer ríe más que el hombre y procesamos la información de forma distinta. ¿Será por eso que la mujer vive más que el hombre (aunque en peores condiciones, dicen)? A ponerse todos las pilas.

En definitiva la pregunta es .... ¿Y tú de qué te ríes?...... pero la disyuntiva (en la RAE dícese de ‘Alternativa entre dos cosas, por una de las cuales hay que optar’) es... no importa, tú ríe, ríe, ríe y termina la el(r)ección riendo.



P.D. Aún no sé colocar los enlaces, así que aquí os dejo el link de algunos textos de los que he extraído parte de ‘la información seria’ de esta entrada.

http://depsicologia.com/contar-chistes-malos-puede-ser-perjudicial-para-la-salud/

http://depsicologia.com/por-qu-nos-remos-de-cosas-graciosas/

http://elprofesordeciencias.blog.com.es/2011/04/04/por-que-nos-reimos-formula-matematica-10949825/

http://www.antena3.com/noticias/ciencia/reirse-alarga-vida-cuatro-anos_2010122100172.html

http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/20110215/mujer-vive-mas-que-hombre-pero-peores-condiciones/756353.shtml

Tiempo de amar

Y retraso un ayer que así amara
alargando un mañana de diamante,
sangrando un ojo de piel expectante,
amarrando el presente que dispara.
Duelen esas hojas que ayer quemara
e inventaran azahar del buen amante,
por eso me entrego, como principiante,
al estupor de primavera tarara.  
Y por qué no vernos de nuevo las caras,
las pupilas, los tactos o las canas,
tú que siempre me esperaste con ganas.
Y por qué no atarnos de nuevo las alas,
con el sol, las noches o aquellas algas.
Abre tu tiempo que todavía amas.

Ya no suspiro

Mente blanca que me aleja de ti.
Hoy sé que nunca seremos uno.
Volveré y tú estarás,
pero yo habré marchado,
con ella, mi alma,
que recorre los rincones 
de su propia alma 
y encuentra 
la lluvia de nuestro río.
Aguas que desembocan
del negror de tus recuerdos,
del color futuro de mi propio aroma
que cabalga al este,
que se aísla de tu presente.
Son los días antes de los tuyos
que me muestran el camino, 
los que me empujan a amarrar
lo que nunca tendrá que ser mío.
El deseo del amor que durante
unas horas se pareció a mis sueños
pero que fue despreciado
por dos miradas distintas.
Hoy no me aferro 
a lo que pudo haber sido
sino a un mañana abierto
al verde del fuego
que una vez viví contigo.
Y no servirán tus lágrimas
porque no mereces el llanto,
tú me has querido,
a tu forma,
yo te he querido,
a la mía,
pero nuestros suspiros 
se despidieron sin 
que fuéramos testigo.
Y yo te entrego una parte 
de esos sueños
porque a tu lado 
han amanecido.
Pero te despejo de
mis dedos
que ya no emiten destino.
Las huellas que nunca se borran
te inscriben en mis libros,
el sudar de mi latido,
no te olvido,
no te has ido.

viernes, 15 de abril de 2011

Ausencia

Y vuelvo a crear horas muertas a expensas de ti.
La cometa se balancea en lo alto de un matiz atizado al blanco,
así soy testigo también hoy.
Y trato de despegar el celo a tu sonrisa
mientras repaso las letras juzgadas en la distancia,
de tiempo y soledad, 
y encuentro la saliva que me ata a ti de nuevo.
Volver a empezar de cero, así debería apagar el día,
con silencio y ausencia,
pero sólo tengo ganas de ti y me esfuerzo porque así sea.
Y te sueño y me despierto mojada de hipótesis,
alzando o bajando mis ojos a preguntas que ni si quiera formulo,
porque no lo deseo.
Van y vienen, de ti para mí, de mí para ti,
mientras juego a alejarme del acoso de tu presencia,
de tu recuerdo.

Y hoy vuelvo a saber que debo volar la cometa con la cuerda tensa,
pero será mañana cuando crea empezar a atraerte a mí
por tu deseo, por la añoranza, por mi ausencia.

Montreal

Tus calles se visten de maullidos de luna,
de blanco, de azul, del helor de mi aliento.
Me entregas tu alma sin saber por qué vengo,
me entregas caricias reservadas al sol.
Y aunque yo ya te amo
añoro la luz que me alumbre el camino,
de allá dónde vine,
de los faros de sol que alumbran el vino.
Me enseñas tus manos y me abres la puerta,
me prometes el verde que se retrasa, 
que no llega.
Cuando ando tus calles,
cuando subo escaleras,
añoro Barcelona
que a ti se asemeja.
Ni las mismas miradas, ni las mismas caricias,
es tu poesía, mi libertad, 
la que me acerca
a esos años de melancolía.
Y escucho a los grillos que no tienen vida,
confundo el silencio con alegría.
Ardillas jugando, ardillas soñando.
Paisajes de blanco que no cambiaron su llanto.
Montreal de nieves y sombras,
vivo tus días, alargo mis alas.



jueves, 14 de abril de 2011

Legañas escondidas

‘Olvido es la imposible gloria
del horror de la vida en la memoria’
Félix de Azua


Miro al fondo y el teclado se vuelve borroso. Contemplo a lo lejos y espío el gesto sin descuidar la red que proteja el salto de mis impulsos propiciando la ruina de babel. Al resbalar la memoria mi sudor, entre la espuma que ayer murió en la orilla, arrullo las lentes enfermadas que escalan tus aletas, invierto el movimiento.
Tantos cambios al color de tus sonidos marchitan la porcelana que cobijó mis colillas, marean el recuerdo que hoy debería servirme de guía para no perderme de tu gloria. Esa gloria a la que refieres una vida que hoy no me pertenece por jugar al escondite, se refugia en los rincones de unas páginas blancas que pretendo llenar, o peinar, de legañas con tal de encontrar las preguntas. La savia de una margarita que nunca se quedará sin pétalos, que sólo me servirá de vida.

La inconsciencia

‘Lo importante son las preguntas’


Inconsciente soy desde que nazco hasta que mato el día, pero no sólo de ánimo, inconsciente soy. Porque no conozco tus ojos, ni los míos. Porque lloro sin saber por qué y río sin que ocurra nada. Porque me pierdo en vacío de mi ventana sin fijar ni mis manos en el pomo de la puerta, ni entro ni salgo, sólo me pierdo. Porque combino las canciones y ninguna entiendo. Porque recuerdo y olvido sin elegir el momento. Espero que se encienda la luz que presiono continuamente y no conozco el sistema que lo enciende.
También soy inconsciente porque creo que adivino el final de una película cuando el guionista se hincha al otro lado de la pantalla porque consiguió que crea que lo adivino. Porque me ato los cordones como me dijeron que se hacía y como yo lo enseño a mi sobrina. Cuando pierdo las noches entre sábanas que no conozco o bajo letras que no son mías, entonces soy más que inconsciente.
¿Pero sabes qué me hace ser más inconsciente que nada de todo esto?, que muy a pesar de Picasso sigo dando la respuesta a unas preguntas que ni siquiera conozco.

Olvido

‘La creatividad requiere el coraje de olvidarse de las certezas’


Crear para morir, porque sólo por eso vivimos, existimos, sentimos, para morir. Porque las prisas por crear miran hacia un único destino, la muerte. No perderse en el tiempo y sentir que se escapa la oportunidad de crear, de sentir, de vivir, de existir. No todos tienen prisa, pero sí quienes se saben en el derecho de aprovechar unos días cortos, que sólo llevan a la muerte. Y también aquellos que sienten la obligación de enfrentarse a un final habiendo sido responsables de su creación. Morir mañana significa crear hoy, porque quien no crea hoy no intuye, siquiera, que morirá mañana. Porque quien necesita crear necesita morir, y antes necesita olvidar la certeza de esa muerte para poder inventar cómo llegar a desaparecer sin arrepentirse de no haber pensado en cómo hacerlo. Pensar es crear, crear es prepararse para morir. Y es por eso que creo en tu creación, y es por eso que estoy de acuerdo contigo, olvido.

miércoles, 13 de abril de 2011

¿Irónico?

No encuentro respuestas porque no me pertenecen las preguntas. La colmena de mis nadas se secan como cada instante que vives siendo ya pasado. Especulas con las olas cuando quieres crear orzas que levanten las cenizas de una colilla sin probar, y todo parece irónico.

Vuelves una y otra vez a un pensamiento que abandonaste siglos después de acabar la película. Porque las nadas te obligan a escuchar el silbido de un gorrión que anotó tu saliva para tapar los pasos de la arena silvestre que esculpiste .

Pedazos sellados en el mármol que te orienta a un cuarto cómplice, nunca se pierden, nunca se esconden y tampoco se olvidan del camino que repites con cada nueva marca de tu rostro mojada por el sol.

martes, 12 de abril de 2011

Soy un pájaro

Como un pájaro tiemblo al ver un paisaje 
que se atisba inalcanzable.
Es tan lejos el mañana, 
impaciencia vestida de verde y
sonrojada por un presente
que desaparece sin excusa,
sin sentido.
Soy el pájaro del futuro.
Eso es lo que yo querría descubrir de otra vida.
Volar los sueños para cumplirlos,
sudar las alas que me conceden,
llorar los mares que atravieso.
Querría ser un pájaro que agitara 
la quietud que adormece hasta las hojas,
un pájaro rápido pero no demasiado,
de constante vuelo y
sin metas en su rumbo.
Soy un pájaro de pensamiento.
Eso es lo que soy, las alas del mañana
que vislumbran el trasiego de los bosques.
Confidente de la fauna, 
inventor del tesoro.
Y para mí el tesoro no tendría ni oro
ni espejos, ni colores ni forma,
sólo aliento, alas y alma.
Como un pájaro sin veneno, sin agujas ni colmillos.
Las alas de la paz que encuentran la justicia
en cada agitación de sus plumas.
Que no merece la duda ni conoce el desconcierto
porque nada espera de su vuelo
y nada entrega a cambio.
Alas, un pájaro, que sólo vive de su vida
con un único sentido: volar.